lunes, 8 de septiembre de 2014

Ale aportando:



La creación invita a la metáfora marcial: sudar tinta y aguantar mecha; cortar, romper, desgarrar, interpretar; recibir heridas y fracasar; furia incontrolable frente a los obstáculos; sueño intermitente; imágenes, formas, líneas que surgen de la oscuridad como en un retén nocturno; el borde de la locura; la pérdida de identidad en la continua aventura hacia el corazón de la tierra de nadie.

La intensidad estética ofrece un equivalente de la guerra al proporcionar un enemigo obstinado -la imagen, el material, el ideal- para ser atacado, sometido y convertido. La pasión venusina también ofrece erótica, el sacrificio, la devoción sin doctrina y una banda de camaradas dedicados a la misma búsqueda de lo sublime. Si la guerra queda más allá de la razón, también deberá estarlo el paralelo estético de la guerra.

Hillman -Un terrible amor por la guerra-

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