Era
un hermoso caballero completo y vestía ropas elegantes y caras. Todas las
partes de su cuerpo estaban completas y era un hombre alto, pero grueso. Aquel
día en que este hombre llegó al mercado, si lo hubieran puesto a la venta como
una mercancía o un animal, lo hubieran vendido por lo menos 2,000 libras
esterlinas. Al llegar este caballero completo al mercado ese día y al verlo la
joven ahí, sólo le preguntó dónde vivía, pero el magnífico caballero no
respondió ni se acercó a ella. Y al ver que el caballero magnífico o completo
no le hacía caso, abandonó las mercancías y empezó a observar los movimientos
del completo caballero y dejó las mercancías sin vender.
Al
poco rato cerraron el mercado. Entonces la gente del mercado y el caballero
completo empezaron a regresar a sus hogares, etc.; pero como la joven lo había
seguido por todo el mercado, vio cuando él regresaba a su hogar con los demás.
Entonces lo siguió (al caballero completo) rumbo a un lugar desconocido. Pero mientras
seguía al caballero completo por el camino, éste le iba que regresara y no lo
siguiera, pero la joven no hizo caso a lo que él le decía y cuando el caballero
completo se cansó de rogarle que no lo siguiera o regresara a su casa, dejó que
lo siguiera.
NO
PERSIGAS LA HERMOSURA DE UN DESCONOCIDO
Pero
cuando se habían alejado unas doce millas del mercado, abandonaron el camino y
se internaron en un bosque sin fin donde sólo vivían seres espantosos.
DEVUELVE
LAS PARTES DEL CUERPO A SUS DUEÑOS: LAS PARTES DEL CABALLERO COMPLETO
ALQUILADAS PARA SER DEVUELTAS
A
medida que caminaban por este bosque sin fin, el caballero completo del mercado
que la joven seguía comenzó a entregar a sus dueños las partes alquiladas de su
cuerpo y el dinero del alquiler. Al llegar a donde había alquilado la pierna
izquierda, se la arrancó, la entregó al dueño, le pagó el alquiler y siguió de
largo; cuando llegaron a donde había alquilado la pierna derecha, se la
arrancó, la entregó al dueño y pagó el alquiler. Ahora las dos piernas estaban
en manos del dueño, por lo que el caballero comenzó a gatear y la joven quiso
regresar a su pueblo o al lado de su padre, pero el ser horrible y extraño o
caballero completo le impidió regresar a su pueblo o al lado de su padre, y el
caballero completo habló así: “Te advertí que no me siguieras antes de
desviarnos hacia este bosque sin fin donde sólo viven seres horribles y
extraños, pero cuando me convertí en un semicaballero quisiste regresar. Ya no
puedes; has fracasado. Tú misma aún no has visto nada. ¡Sígueme!
Un
poco más avanzado el camino llegaron a donde había alquilado el estómago, las
costillas, el pecho, etc., y se los arrancó, se los entregó al dueño y pagó el
alquiler.
Ya
a este caballero o ser horrible le quedaban sólo la cabeza, los brazos y el
cuello.
No
podía gatear como antes, brincaba como una rana-toro y ahora la joven estaba a
punto de desmayarse ante este ser espantoso al que seguía. Pero cuando la joven
vio que cada parte del caballero completo del mercado era de repuesto o
alquilada y que las devolvía a sus dueños, entonces empezó a hacer todo lo
posible por regresar al pueblo de su padre, pero el espantoso ser se lo
impidió.
Al llegar donde había alquilado los brazos, se los arrancó y los
entregó al dueño y pagó el alquiler. Todavía iban por aquel bosque sin fin, y
al llegar a donde había alquilado el cuello, se lo arrancó, lo entregó al dueño
y pagó también.
Amos Tutuola (1920-1997),
escritor nigeriano, perteneciente a la tribu de los Yorubas, utiliza su folclor
cultural para apartarse de modelos occidentales en su narrativa.
“El bebedor de vino de palma”
(1974)
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