Abril ha sido un mes terrible para la
existencia pero al mismo tiempo, ha nutrido en muchos aspectos la vida.
Experiencias a través del rastro de esencia humana que muchos han dejado en el
cuerpo y mente. Impermeable soy, pero zonas porosas en mi carne aún me impiden
ignorar por completo la indiferencia de algunos seres del día. De la noche son
los poderosos hijos cantores. Del ocaso aquellos que están por extinguir su llama; el hielo
del infierno solicita su presencia. Ostentosos trajes de cera cubrirán sus cuerpos en
tiempos remotos para nuestros recuerdos.
Regresé, ahora esperando mi siguiente
partida, marcharé de frente al implacable sol de mayo, abril está por terminar
y con él se lleva un poco de mi vitalidad mortal, pero no de mi coraza
inmortal.
Miranda3x86, bitácora de Caminante
Contaminante. 27 de abril 2015